Seguro que muchos de vosotros ya conocéis a Bizarrap, el productor y compositor argentino que ha saltado a la fama por sus colaboraciones con artistas como Nathy Peluso, Nicky Jam o Anuel.
Pero es que este chaval de tan solo 24 años, es un completo genio, con un talentazo espectacular tanto para la música como para el marketing, y está transcendiendo barreras generacionales y musicales. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.
Las Music Sessions de Bizarrap.
Lo primero, al principio, expliquemos que son las famosas obras de Bizarrap: las Music Session.
Son colaboraciones que van numeradas y con un orden definido por el productor, de la #1 con BHAVI, hasta, por ahora, la #51, la última Session que ha lanzado con Villano Antillano.
Aunque seguramente la que más te suene será la #36 junto a Nathy Peluso (un per**, sorprendente, curvilínea y elocuente, seguro que la has escuchado entre 10 y 500 veces).
Cada Session es diferente, con un ritmo especial, que se adapta al artista invitado. Cada uno puede tener su favorita (para Dérive Agency, el top tres sería Snow That Product, Ptazeta y L-Gante).
Pero lo realmente interesante es la forma de ‘crear’ esa colaboración. Es el propio Bizarrap el que elige al artista con el que va a colaborar y lo invita a su casa a grabar.
El productor le manda una base y el cantante prepara una letra. Aunque hay veces se hace desde cero, como le pasó a L-Gante.
L-Gante explica cómo fue grabar con Bizarrap.
Estas Sessions suponen un espacio que Bizarrap le deja al artista para que exprese lo que él o ella considere, sin censura
Desde la grabación hasta su lanzamiento, pueden pasar miles de cosas y meses. Por ejemplo, se sabe que hay una Session grabada con C. Tangana, pero que no ha visto la luz aún, ni se sabe si la lanzará.
Además, suponen un antes y un después para el artista invitado, pues normalmente son cantantes poco reconocidos y Bizarrap es el encargado de darle un empujón y aumentar su visibilidad.
Bizarrap: un genio del marketing también
Bizarrap no es solo un gran productor, si no que también es un genio del marketing.
En cierto modo ha cambiado las reglas del juego. Pues él solito, sin ninguna discográfica, ha conseguido dar visibilidad a la figura del productor y que sea él quien tiene el poder y decidir con qué artista colaborar.
Aunque en sus Sessions sale en segundo plano, sus gestos, guiños y apariciones, están muy bien metidos y cuidados para llenar la colaboración de pequeños detalles.
Otro pequeño detalle característico de las Music Sessions y que muestra esos detalles de genialidad marketiniana, es que en las letras siempre lo nombran (‘Me vine pa Argentina el Biza me mandó llamar’, ‘Dale Biza explótame la pista’, ‘Biza la soltó’).
Además, genera mucha expectación y misterio antes de lanzar cada sesión. Sus videos promocionales son casi tan buenos como sus sesiones.
Y para aumentar el misterio, juega con la numeración de las Sessions, lo que también le permite generar expectación.
El caso más sonado fue el de la #23. Siempre que le preguntaban se reía y decía que se había equivocado y por error se la había saltado. Obviamente, para un tío como Bizarrap, este tipo de error es incomprensible, y en abril de este año lanzó la Music Session #23 con Paulo Londra (que ha estado un tiempo que no podía sacar canciones por un mal acuerdo con su antigua discográfica).
Para promocionar esta sesión, pidieron 23 millones de comentarios en Instagram para sacarla (cifra que consiguieron en menos de 24 horas) e hicieron un anuncio similar a la nota de prensa del famoso 23 Michael Jordan en 1995.
Algo clave que también ha conseguido para mejorar sus promociones, es que se streamers, como Ibai Llanos, puedan reaccionar a sus nuevos lanzamientos en Twitch sin problemas de copyright.
Esto ha facilitado mucho que al productor se le conozca fuera de su Argentina natal.
Bizarrap: el personaje
No podemos acabar este análisis sin hablar de la marca de Bizarrap, el personaje que ha creado y el misterio que le envuelve.
Siempre usa gorra y gafas para evitar que lo reconozcan, lo que ha hecho que estas prendas se conviertan en su seña de identidad.
Además, habla de Bizarrap en tercera persona, ya que no es él, si no un personaje que ha creado para poder pasar desapercibido y mantener su salud mental y vida privada al margen de los conciertos y el bullicio de la fama.
Un chaval con tan solo 24 años que ya lleva muchos años trabajando y que promete seguir dando mucho de qué hablar en los próximos años.