El Juego del Calamar se ha convertido en un fenómeno mundial y ha pulverizado todos los récords. Se ha convertido en la serie más vista de la plataforma Netflix, con más de 111 millones de visionados en sólo 17 días.
¿Quieres saber por qué ha triunfado tanto? ¡Te lo contamos!
Más de 10 años ideando El juego del calamar.
Hwankg Dong-huyk, su creador, tardó nada más y nada menos que 10 años en crearla. La idea surgióen 2008, en una época de precariedad económica, mientras leía cómics como Battle Royale y se imaginaba cómo se comportaría él ante un juego de supervivencia.
Tras 10 años trabajando y madurando el concepto, gracias al apoyo de Netflix, pudo llegar a crear esta serie.
La puesta en escena.
Nadie va a poder negar que la puesta en escena de la serie es única e hipnótica. Pasillos de colores brillantes, escaleras que se entrecruzan como si fuera Hogwarts, literas como las de un campamento… Esta puesta en escena y la inocencia de los juegos nos transportan a nuestra niñez y nos trae dulces recuerdos.
Sin embargo, todo esto se contrapone a la brutalidad de los asesinatos a sangre fría, lo que deja una sensación extraña en el espectador.
Los personajes y la dinámica.
¿Quién no se ha encariñado con un personaje? Pues en este caso aún más. Conforme avanza la serie y conoces a los personajes empiezas a entenderlos, a ponerte en su piel y a pensar, ¿qué haría yo si estuviera en su situación?
Además, con El juego del calamar no te aburres, la velocidad y rapidez en la que transcurren los hechos en la serie es mucho más elevada a la que estamos acostumbrados con series españolas o americanas.
Una combinación explosiva.
La serie trata temas sociales y es una denuncia al sistema capitalista y competitivo en el que vivimos. Se visibilizan también temas como la pobreza, la marginación, o las mafias.
En definitiva, El juego del calamar combina los ingredientes que todo buen programa debe de tener: dinamismo, sorpresa, supervivencia y un premio millonario.
¿Quieres saber más? Mira nuestro reel haciendo click aquí 🙂